Resumiendo, un iPhone 5 gasta (según precios de los EUA, que en España, cómo no, son superiores) 0,41 dólares al año (yo sinceramente creía que era muchísimo más); el Galaxy S3 gasta más: 0,53 dólares al año. Sin embargo, teniendo en cuenta la diferencia de precio de compra, esta pequeña diferencia resulta ridícula, teniendo en cuenta además que la batería del Galaxy tiene mayor capacidad.
Si comparamos el gasto de los smartphones o tablets con los de los ordenadores, te das cuenta de que realmente son el futuro, y que en estos momentos ya justifica priorizar el smartphone o tablet para trabajar o jugar por delante del ordenador.
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