- Quitarlo lo más rápidamente posible
- Si estaba encendido, apagarlo.
- Quitar todas las piezas que puedas (carcasas, batería...)
- Secarlo con papel absovente o un paño
- No debes agitar el smartphone para evitar que entre agua en sitios donde aún no llegó
- Ponerlo en un recipiente con arroz crudo, cubierto
- Dejarlo secando por lo menos un día en algún lugar seco, cálido y aireado
- Probar si aún funciona... cruzando los dedos
Puedes mirar este infográfico (fuente original, de mayor tamaño), que explica los pasos y algún que otro truco.
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